Viendo esas escenas, recordé el “Mito de Sísifo” personaje de la mitología griega que fundó el reino de Corinto, hombre astuto y ambicioso, que para conseguir dinero recurría a cualquier forma de engaño, incluso logró engañar por un tiempo a los dioses, que luego lo descubrieron y decidieron imponerle un castigo ejemplar: subir una pesada piedra por la ladera de una montaña empinada. Y cuando estuviera a punto de llegar a la cima, la gran roca caería hacia el valle, para que él de nuevo volviera a subirla. Esto tendría que repetirse, una y otra vez, por toda la eternidad.
Ayer en la Red Social X, el fascista Leopoldo López escribió: “Yo sé que hay a quienes no les gustan las sanciones, pero luego de la amenaza y orden de Jorge Rodríguez para meter preso a Edmundo y María Corina, hay que lograr que le lluevan sanciones.” Dejando de manifiesto que en su odio y ambición de poder, están dispuestos a seguir atacando al pueblo venezolano, sin importar el dolor y los daños que las sanciones han provocado.
En la misma Red X, Elon Musk, el tercer hombre más rico del mundo, quien según la revista Forbes 2024, acumula una fortuna de 195.000 millones de dólares y es el dueño de esa Red Social, ha emprendido pública y personalmente los ataques contra Venezuela y el Presidente Reelecto Nicolás Maduro, asumiéndose como el nuevo jefe de la contrarrevolución, quedando en evidencia las oscuras pretensiones del imperialismo. El consumo de drogas de Elon Musk ha preocupado a ejecutivos y miembros del consejo de administración de las empresas que dirige, según informó el Wall Street Journal, en enero de este año.
En una reedición del fracasado y tristemente célebre Grupo de Lima, un grupo países liderados por Estados Unidos, en violación flagrante del Derecho Internacional, han tomado partido en los asuntos internos de Venezuela, en un nuevo episodio de injerencismo.
El lunes 29 de julio, un grupo de ecomilitantes nos fuimos a Miraflores, el pueblo se había autoconvocado a defender la victoria. Ese día vi en los ojos de nuestra gente la llama sagrada, la voluntad inquebrantable de hacer Patria como nos lo legó el Comandante Supremo Hugo Chávez. Una vez más el amor vencerá, la paz se impondrá y la justicia reinará en Venezuela.